“Tu libertad y tu felicidad la definen tus acciones, la clave está en la respuesta que des a tus circunstancias y emociones. Disciplina, lucha y compromiso.”

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Amor…¿sentimiento o voluntad?

Querida Mercedes…

“Ya no le amo, me aburre estar con él, no tengo ganas de tener relaciones íntimas con él, no me atrae nada…”

Cuando hablo de este tema con las parejas en consulta consigo reacciones un tanto negativas porque significa cambiar un poco ese cuento de Hollywood que todos tenemos en la cabeza acerca del amor en donde la mujer está siempre perfectamente arreglada y esperando con los brazos abiertos al marido para pasar una noche romántica.

 A ver, que podemos aprender mucho de estas relaciones de Hollywood, hay que luchar por estar atractivos para nuestra pareja (hombres y mujeres), y buscar momentos agradables en los que existan sólo emociones positivas que nos lleven a la pasión y al romanticismo. Pero la realidad del día a día es que en medio de cualquier relación puede haber problemas, falta de tiempo, emociones negativas que nos impiden disfrutar de cada momento en pareja, hijos que interrumpen los momentos románticos, falta de ganas, falta de atracción, falta de pasión.

Esto es lo NORMAL. Las relaciones de Hollywood se dan en las películas, no en la vida real, entonces más vale aceptar la realidad aunque no me parezca tan ideal como la película, y trabajar para hacerla cada vez más positiva; antes que negar la realidad, taparme los ojos, o pensar que como mi relación no es pasional o romántica constantemente, no debemos estar juntos, no somos compatibles, se nos fue el amor…

Vamos a usar la lógica. Los sentimientos son estados del ánimo que aparecen y desaparecen según sea la circunstancia o situación. También conllevan, casi siempre, reacciones físicas que nos indican su presencia. Si el amor fuera un sentimiento tendríamos que cambiar de pareja cada año (y esto es ser muy optimista), porque esa pasión y esas emociones positivas ardientes en la primera etapa del noviazgo disminuyen notablemente a medida que pasa el tiempo, y ¡menos mal! De lo contrario no sé cómo nos concentraríamos en el trabajo, o cómo podríamos ser personas independientes y eficientes. Necesitaríamos estar el 100% del tiempo con nuestra pareja, del estómago seguro enfermaríamos, ¿recuerdas esa sensación?, es insostenible a lo largo del tiempo.

En el amor, lo primordial y necesario para que se mantenga en el tiempo es la voluntad, el “querer, querer”. Es una decisión que se basa en saber que vendrán problemas, momentos negativos, decepciones, desilusiones, sufrimientos, preocupaciones, pero también muchas alegrías, momentos estupendos, satisfacciones: y con todo este paquete, “yo quiero estar contigo, porque lo he decidido y he decidido luchar por esto”. Este es el amor profundo, cuando ya no se trata sólo de sentimientos, sino también interviene la inteligencia. Fijaos que las decisiones más importantes de nuestras vidas se basan, o al menos eso debería ser, en nuestra razón o inteligencia. Cuando elegimos nuestra profesión, habrá momentos que nos genere emociones negativas pero nuestra inteligencia nos lleva a seguir porque sabemos que esta elección nos va a reportar un bien mayor. Esto no quiere decir que el matrimonio es entonces una vida de martirio, evidentemente no es así. Tiene que haber muchas y constantes emociones positivas, pero esto sólo es posible si queremos que sea así, si nos decidimos a esto, porque tendremos que, con nuestra razón, con nuestro esfuerzo, crear esos momentos donde se generen emociones positivas, esa pasión. Por esto perduran las relaciones de pareja. A veces será espontáneo, pero cuando no, lucharemos, porque así lo hemos decidido. Quiero quererte.

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