“Tu libertad y tu felicidad la definen tus acciones, la clave está en la respuesta que des a tus circunstancias y emociones. Disciplina, lucha y compromiso.”

Cómo trabajo

Descubre mi manera de trabajar y los distintos métodos que utilizo en el día a día.

Mi trabajo como terapeuta consiste en ayudar a personas, familias o parejas a lograr un conocimiento de su funcionamiento personal para comprometerse con comportamientos que le lleven a la felicidad. Considero que mi papel como terapeuta es guiar a ese niño, adolescente o a esa pareja, aportándole conocimientos y herramientas para que ellos puedan ponerlas en práctica en su día a día, y así ir consiguiendo su bienestar.

Hay algo importante que siempre digo a mis pacientes, y es que el terapeuta solo guía. El paciente es el protagonista del cambio, por lo tanto, tiene que comprometerse a luchar, a intentarlo, con el esfuerzo que implica, sabiendo que el éxito de la terapia lo tiene en sus manos. Mi objetivo como terapeuta es que el paciente al finalizar la terapia se convierta en su propio terapeuta, por lo tanto, mi tarea es entrenarlo para ello.

Trabajo con la visión de que el ser humano tiene distintas emociones, que cada una de ellas son necesarias para vivir, y nos guste o no forman parte de nosotros. Al igual que el sufrimiento es inevitable en la vida, algunos lo padecen con más intensidad y frecuencia que otros, pero todos los seres humanos lo experimentamos alguna vez en nuestras vidas. Así que no debemos poner la felicidad en manos de nuestras emociones, porque éstas son inestables y no controlables. Al contrario, la felicidad depende de cómo respondemos a las situaciones y emociones que se nos presentan. Dentro de la terapia comparto la visión de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que propone aceptar lo que no podemos controlar (emociones y pensamientos automáticos) y comprometernos con acciones que mejoren nuestra calidad de vida.

Al momento de trabajar en la terapia considero fundamental los valores de compromiso, confidencialidad y empatía. Soy consciente de que la persona que está frente a mí ha confiado plenamente en mis capacidades para ayudarle, por lo tanto, pongo todo mi esfuerzo y dedicación para dar mi 100%. Para mí no son pacientes, para mí son personas.